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jueves, 23 de mayo de 2013

El fin de una historia... es el comienzo de otra - Volumen I

Durante algún tiempo, estuve meditando qué escribir en el blog de La Mano Negra que resultara interesante y que, además, hablara de aquello que se hace en la asociación. En principio, pensé en la típica "crónica de una partida" que jugamos, pero he leído otras por ahí, en páginas y blogs de otros clubs de rol y simulación.

Sinceramente, son un auténtico peñazo. Al fin y al cabo, leer la crónica de una partida jugada resulta... aburrido. Es mucho más emocionante jugarla, sin duda.

Pero parte del sentido de este blog es el de dar a conocer nuestra asociación, y atraer a nuevos socios. Corromperlos a este "lado oscuro". Así que, en cierto modo, sigo empeñado en contar a qué jugamos, pero hacerlo de una forma amena. 

Y con esa intención, surge este ...demonios, nunca he escrito en un blog ¿Cómo se llama a esto? ¿Tema de blog? ¿Artículo? Malditos Facebook, blogger, twitter, y todas esas p******s

Bueno, lo que sea. Aquí va el primero:



DEADLANDS: HELL ON EARTH
Bajo el sistema Savage Worlds

Hace algún tiempo, algunos de nuestros miembros jugaron una serie de partidas de rol ambientadas en el universo de Deadlands: Hell on Earth (Tierras Valdías: El infierno en la tierra) utilizando el reglamento del sistema de Juego de Rol Savage Worlds (Mundos salvajes).

Les observaba jugar con Savage Worlds, un sistema de reglas genérico, es decir, diseñado para jugar en casi cualquier ambientación o género (medieval, western, ciencia ficción, piratas, terror, etc..). Según me contaron, el juego intentaba ser Fun, Fast, Furious (Divertido, Rápido y Furioso) de forma que fuese divertido de jugar, con reglas sencillas, y dirigido a partidas de mucha acción y aventura.

Las reglas aspiran a que las escenas de acción se resuelvan de manera rápida, con un sistema de reglamento muy sencillo.
Para ello, durante el juego les ví usar diferentes dados (de cuatro, seis, ocho, diez y doce caras) así como ...¡¡cartas de póker!!, y ¡¡fichas de póker!!, que usaban de contadores durante el juego.
Pero no os preocupéis. No se apostaban dinero... y nadie perdió su camisa.
Los jugadores interpretaban a personajes protagonistas de una historia en un mundo posapoclíptico.
En realidad, el mundo de Deadlands es bastante... raro, dado que durante la partida vi algún que otro zombie radiactivo, guerreros de la carretera (como Mad Max), sherifs no-muertos, bandas de moteros caníbales, ex-combatientes psiquicos, cyborgs confederados, monstruos mutantes, e incluso indios nativos americanos intentando adaptarse a un mundo asolado por la guerra nuclear.
Cómo vemos, todo lo más parecido al mundo de pin y pon o al de mi pequeño poni.
Básicamente, la partida consistió en ayudar a unos pobres niños huérfanos de una misión católica (monja con escopeta por medio) para que no fueran devorados por una banda de motoristas caníbales mexicanos.
Tras ser agujereados y apalizados por los moteros (alguno que otro personaje de un jugador murió por el camino) los niños fueron capturados por una secta de mutantes fanáticos.
De algún modo, los personajes de los jugadores lograron rescatar a los niños de los mutantes, y llevarles a una ciudad más o menos decente (si se puede decir eso de cualquier asentamiento existente tras un apocalipsis nuclear). Una vez allí, a cambio de que los pobres huérfanos se pudieran quedar allí, recibieron el encargo de ir a negociar con unos indios nativos cercanos para el comercio de comida.
Aquí ya me perdí... pero sea como fuera, la siguiente vez que les vi jugar los personajes de los jugadores acabaron (de algún modo) encontrando un artefacto nuclear que no llegó a detonar durante la guerra. Di que de vez en cuando a esta bomba se le escapaba alguna pequeñita fuga de radiación. Nada que no pudiera producir un cancer incurable o la ceguera total de algún personaje.
El rumor se extendió, y pronto en el lugar en el que se encontraba tal hallazgo termonuclear, confluyeron dos ejércitos en pos de la misma. Al fin y al cabo. El que obtuviera la bomba podría hacer volar por los aires cualquier asentamiento enemigo en un santiamén (eso o volar en pedazos al intentar trasladarla).
Uno de los dos ejércitos estaba formado por los "malvados" confederados cibernéticos (con sus carros blindados, soldados entrenados, y cyborgs ) aliados con los mutantes.

El otro ejército estaba formado por los hombres del asentamiento donde nuestros héroes dejaron a los huérfanos, aliados a los indios nativos, y a una especie de ingenieros chiflados con una tecnología neo-steampunk.

Al finál murió mucha gente y los buenos ganaron. The End.
Pero bueno ¿Y ustedes qué esperaban? Eso es todo. Dispérsense. Dispérsense. No hay nada que ver. Vuelvan todos a sus casas.

Un saludo, y nos vemos en el siguiente volumen de... lo que sea que sea esto.

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