Jornadas 2017

miércoles, 29 de mayo de 2013

Jornadas de rol


Cuando uno va a unas jornadas manga (con sus asociaciones que se encargan de ello, como Motsukora) no se encuentra en un ambiente rolero (aunque sean aficiones primas, y algunos aficionados tengan los pies en los dos mundos), si vas a torneos de warhammer, no encuentras rol, en la Euskal hay juegos en red, pero no hay rol por muy de la mano que podmos decir que van, y es normal, ya que son cosas diferentes.
Pero sucede que las llamadas jornadas de rol acaban por ser jornadas de ocio alternativo en las que tiene cabida el rol en vivo, juegos de mesa, warhammer, si cabe hasta videojuegos.
No es malo unas jornadas de ocio alternativo que reunan un poco de todo, son otro formato con su ventaja y desventaja, pero si existe el concepto de jornada manga, o campeonato de warhammer, ¿no habría que reivindicar la figura de las jornadas roleras sin necesidad de ocios relacionados?

Esto no son palabras nuestras, son palabras de Laboratorio Friki, quien nos las ha cedido.
Una reflexión sobre las jornadas que os transmitimos para conocer vuestra opinión ¿Vosotros que preferís? ¿Que pensais que habría que hacer en Santurce? ¿Solo de rol o mezclando cosas?

Solo rol

En primer lugar, debo contextualizar que como asociación, un aspecto que tenemos claro es que somos un club de rol, y queremos mantenernos exclusivamente como eso. No queremos incluir más actividades, que si bien nos pueden gustar a nivel personal y practicamos a nivel particular (o cuando por alguna circunstancia varios jugadores fallan a la sesión semanal), creemos que la cohabitación no favorece al rol precisamente y mucho menos en jornadas. Los juegos de rol exigen un grado de preparación previa a la partida, un número mínimo de gente, un tiempo mínimo de juego y unas condiciones particulares a la hora de utilizar el espacio que produce que albergar más actividades en la asociación o jornadas no le favorece. Conocemos bastantes asociaciones y jornadas roleras fagocitadas por los juegos de mesa, cartas o estrategia, que si bien nos parecen divertidos no son el centro de nuestras preferencias lúdicas. Todo esto enmarcado en unas jornadas creemos que la cohabitación con los juegos de rol puede producir un efecto negativo.  En primer lugar por la imagen visual, los humanos somos animales visuales, la preponderancia de la vista sobre el resto de los sentidos es evidente: nos sentimos atraídos por la vista, comemos por la vista, etc. En el marco de unas jornadas los tableros de escenografía, miniaturas, tableros de juegos, tokens, etc. siempre van a llamar mucho más la atención que una serie de gente sentada en la mesa con hojas de papel y unos pocos dados (en el sentido más espartano de los juegos de rol), por tanto el “efecto llamada” para que aficionados a unos juegos prueben otros probablemente produzca un saldo negativo para el rol.  Entendemos que haya muchos jugadores que tengan diversos gustos y disfruten con varias actividades, pero entendemos que para ello es mejor hacer jornadas enfocadas hacia una sola actividad y quien quiera descubrir otras formas de ocio acuda a ella. Entendemos que todos tenemos diversas aficiones, pero eso no significa que debamos cohabitar con todas ellas forzosamente en el marco de unas jornadas y tampoco es necesario siempre cohabitar con las mismas (juegos de mesa, cartas y wargames por ejemplo) lo que tampoco entendemos demasiado ya que existen otras aficiones bastante afines en los aficionados como el cine, cómics, literatura etc.

Calidad versus cantidad

 
Otra de las razones de evitar la cohabitación es que nuestro planteamiento es primar siempre la calidad sobre la cantidad. Cuando me refiero a calidad apunto específicamente a calidad de la experiencia rolera, lo que implica que se pueda jugar una buena partida, con un número de jugadores adecuado, dirigida por un buen director de juego y en un entorno que lo favorezca. La masificación de gente, necesita espacios amplios, poco íntimos y con un ruido ambiental que perjudica la experiencia rolera. Preferimos tener 30 plazas y ofrecer una buena experiencia que compartir un evento con 300 y ofrecer experiencias mediocres.  Por tanto vamos a tratar de ofrecer espacios diferentes para las diferentes partidas, y plantarnos en el momento en que no se pueda ofrecer algo mejor, si con el tiempo tenemos que incluir un sistema de inscripción anticipada pues se hará.

Acompañamiento

Planteadas las jornadas no solo como una posibilidad de disfrutar de una partida sino también como un medio de difundir y/o descubrir nuestro ocio, en todo momento miembros de la organización ocupados con la tarea de guiar y orientar a aquellos interesados en que son los juegos de rol. Por tanto nos planteamos tener una explicación preparada y bien estructurada para aquellos que desconozcan el tema, una orientación individualizada para que se apunten a una partida u otra, tener siempre mesas orientadas a la iniciación con un jugador veterano que pueda ayudar a guiar al resto de jugadores e incluso partidas de lo que hemos llamado “rol express” (como plantea Pedro J. Ramos en su blog, y ofrece recursos) para poder ofrecer una pequeña experiencia para aquellos que no hayan acudido con el tiempo necesario para participar en una partida con condiciones mínimas (unas 3 horas más o menos).  De igual manera nos planteamos tener material de apoyo para conocer los juegos de rol desde casa, es decir un pequeño tríptico con información adicional que pueda incluir desde efectos beneficiosos, donde poder conseguir más información, adquirir juegos, etc. para aquellos curiosos que simplemente pasen a echar una ojeada y jugadores noveles.

Cuidar la imagen

 
En este sentido ya hemos trabajado en ello. Creemos que hay que cuidar la imagen general de las jornadas en todos los aspectos posibles, tratando de alejarnos de estereotipo negativo friki por excelencia.  Enseñar lo que se ofrece desde el mismo cartel, cuidar los detalles en las instalaciones, y dar una imagen abierta a todo el mundo.  No vamos a poner un dragón en cada cartel, si no lo que ofrecemos: gente pasándolo bien en una mesa.


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